Cómo usar el ácido glicólico de The Ordinary paso a paso

El uso correcto del ácido glicólico de

consiste en limpiar bien el rostro, aplicar el producto en cantidad adecuada evitando ojos y labios, esperar a que se absorba, hidratar la piel y finalizar con protector solar. Este paso a paso sencillo asegura que el producto funcione eficientemente y reduce riesgos de irritación.

En este artículo te explicaremos con detalle cómo prepararte antes de usar el ácido glicólico, te daremos un desglose claro del paso a paso y además te hablaremos sobre la frecuencia de uso

Antes de comenzar a aplicar ácido glicólico, debes preparar tu piel para minimizar cualquier molestia y obtener mejores resultados. Este apartado te guía sobre qué tener en cuenta antes de la aplicación para que el proceso sea seguro y efectivo.

Es importante identificar si tu piel es seca, grasa, mixta o sensible, ya que esto influye en cómo reaccionará al ácido glicólico. Las pieles sensibles pueden necesitar concentraciones más bajas o una frecuencia menor de uso para evitar irritaciones.

Si tienes alguna condición cutánea como rosácea, eczema o acné severo, consulta con un especialista antes de usar este producto. El ácido glicólico puede ser muy efectivo, pero también puede empeorar algunas condiciones si no se utiliza adecuadamente.

Para prevenir reacciones adversas, realiza una prueba de parche antes de aplicar el ácido glicólico en todo el rostro. Aplica una pequeña cantidad en una zona discreta, como detrás de la oreja o en el antebrazo, y espera al menos 24 horas.

Si no observas enrojecimiento, hinchazón o picazón intensa, puedes continuar con la aplicación facial. En caso contrario, evita usar el producto y busca alternativas que se adapten mejor a tu piel.

Antes de aplicar ácido glicólico, limpia tu rostro con un limpiador suave que no altere el pH natural de la piel. Esto elimina restos de maquillaje, suciedad y sebo que pueden interferir con la absorción del producto.

Evita productos agresivos o exfoliantes físicos en este paso para no sobrecargar la piel ni generar sensibilidad excesiva. Usa agua tibia para ayudar a abrir los poros y facilitar la penetración del ácido glicólico.

Al menos 48 horas antes de la aplicación, evita exponerte al sol de manera prolongada y no uses otros exfoliantes químicos o físicos. La piel puede volverse más vulnerable a daños si se combina la exfoliación química con otros métodos agresivos.

Si has tenido una exposición solar reciente o tu piel está irritada, pospón el uso del ácido glicólico hasta que la piel esté completamente recuperada para evitar daños o reacciones adversas.

Para usar el ácido glicólico de

de forma segura y eficaz, sigue estos pasos que te detallo a continuación. Cada etapa contribuye a que tu piel reciba el tratamiento adecuado sin sufrir daños.

Limpia tu rostro con un limpiador facial, preferiblemente sin sulfatos ni fragancias agresivas. Elimina cualquier suciedad o restos de maquillaje, pero sin frotar demasiado para no irritar la piel.

Una piel limpia maximiza la absorción del ácido glicólico y reduce el riesgo de infecciones o reacciones. Asegúrate de enjuagar bien el limpiador y secar tu rostro con toques suaves, usando una toalla limpia.

Aplica de 2 a 3 gotas del ácido glicólico directamente en las palmas de las manos o en un algodón. Luego, extiende el producto uniformemente por el rostro evitando el contorno de ojos y labios, zonas más sensibles.

No excedas la cantidad recomendada para evitar irritaciones. Aplica con movimientos suaves y sin frotar para que el producto se distribuya bien. Evita usarlo sobre piel dañada o con heridas abiertas.

Deja que el ácido glicólico actúe durante al menos 10 minutos para que penetre y realice su función exfoliante. En este tiempo, la piel puede sentirse ligeramente tirante o con un leve hormigueo, que es normal.

Si experimentas ardor intenso, enrojecimiento fuerte o molestias, retira el producto inmediatamente con agua tibia. En condiciones normales, no necesitas enjuagarlo, ya que

recomienda dejarlo actuar para obtener mejores resultados.

Después de que el ácido glicólico haya hecho efecto, aplica una

que calme y repare la barrera cutánea. Esto ayuda a evitar la resequedad y la descamación que a veces provoca el ácido glicólico.

Escoge una crema humectante ligera pero efectiva, preferiblemente sin fragancia ni ingredientes irritantes. Si tu piel es muy seca, puedes optar por

más nutritivas, pero siempre observa cómo reacciona.

El ácido glicólico aumenta la sensibilidad de la piel al sol, por eso es imprescindible que apliques un

de amplio espectro con SPF 30 o superior cada mañana, incluso en días nublados.

La protección solar previene daños mayores, como manchas o quemaduras, que pueden contrarrestar los beneficios del ácido glicólico. Usa

todos los días para mantener tu piel segura mientras usas este exfoliante químico.

Controlar la frecuencia con la que aplicas ácido glicólico es clave para evitar irritaciones y obtener resultados óptimos. En este apartado te explicamos cómo hacerlo según tu tipo de piel y experiencia.

Comienza usando el ácido glicólico de

dos veces por semana para que tu piel se acostumbre al tratamiento. Esta frecuencia permite que observes cómo reacciona tu piel sin someterla a un estrés excesivo.

Si tu piel tolera bien el producto y no muestra signos de irritación, puedes incrementar la frecuencia de aplicación hasta cada dos noches. Haz esto de forma gradual, aumentando solo una vez que tu piel se haya adaptado.

Presta atención a signos como enrojecimiento persistente, ardor, sequedad excesiva o descamación intensa. Si aparecen, reduce la frecuencia o suspende el uso temporalmente. Si las molestias no desaparecen, consulta con un dermatólogo para recibir orientación personalizada.

Aunque el ácido glicólico es seguro cuando se usa correctamente, es importante conocer los posibles efectos y cómo actuar en caso de que ocurran. Esto te ayudará a proteger tu piel.

Al iniciar el uso del ácido glicólico, es normal experimentar una leve irritación, enrojecimiento o descamación. Estos síntomas indican que el producto está renovando las células superficiales de la piel. Estas molestias suelen desaparecer después de unos días o semanas, a medida que la piel se adapta al tratamiento.

Si la irritación se vuelve intensa, con ardor, inflamación o molestias que afectan tu rutina diaria, suspende el uso inmediatamente. Aplica

hidratantes calmantes y evita otros productos agresivos.

En casos de reacciones severas, como ampollas, dolor intenso o inflamación marcada, busca atención médica profesional. Un dermatólogo podrá evaluar tu piel y recomendar el tratamiento adecuado.

Para maximizar los beneficios del ácido glicólico y cuidar la piel, puedes complementar la rutina con algunos cuidados adicionales. Aquí te damos recomendaciones para lograrlo.

Puedes complementar el uso del ácido glicólico con otros productos compatibles, como la niacinamida para mejorar la barrera cutánea o la vitamina C para aportar luminosidad. Aplica estos productos en diferentes momentos del día para evitar irritaciones.

Evita mezclar el ácido glicólico con retinoides, otros exfoliantes ácidos o productos que puedan aumentar la sensibilidad para no irritar la piel. Mantén una rutina constante y da tiempo a que tu piel se adapte.

Escucha a tu piel y ajusta la rutina si notas cambios en su comportamiento. La paciencia y la constancia son clave para obtener una piel más suave, luminosa y renovada con ácido glicólico.

Usar el ácido glicólico de

correctamente mejora visiblemente la textura y el tono de la piel. Limpiar bien, aplicar con la cantidad adecuada, hidratar y protegerse del sol son pasos esenciales para maximizar sus beneficios y cuidar la piel.

Ten paciencia con el proceso y adapta la frecuencia según la reacción de tu piel para evitar irritaciones. Recuerda que puedes conseguir el ácido glicólico de

fácilmente en Mercado Libre, con opciones seguras y confiables.

 Si tienes dudas o condiciones especiales, consulta siempre con un dermatólogo para personalizar tu rutina y cuidar tu piel de forma adecuada.