Cómo utilizar los productos de The Ordinary para una rutina efectiva

Para aplicar correctamente los productos de The Ordinary, sigue este paso a paso: primero limpia tu piel con un limpiador suave, luego exfolia químicamente solo algunos días, aplica serums acuosos, sigue con tratamientos específicos como retinol o vitamina C, hidrata y  finaliza con

. 

En este artículo, te explicaremos cómo preparar tu piel antes de armar la rutina, te detallaremos cada paso en profundidad con recomendaciones de productos específicos y compartiremos consejos prácticos para sacar el máximo provecho a los activos. 

Antes de comenzar una rutina con productos de

, es importante entender ciertos aspectos básicos que harán que tu experiencia sea segura y efectiva. Preparar tu piel y tu rutina adecuadamente aumenta las probabilidades de resultados positivos y reduce riesgos de irritación.

Identificar si tu piel es grasa, seca, mixta o sensible te permite elegir los productos más adecuados. Por ejemplo, la niacinamida es ideal para piel grasa o con imperfecciones, mientras que el ácido hialurónico favorece la hidratación en piel seca.

Definir tus objetivos de cuidado, como mejorar textura, manchas o arrugas, evita usar productos incompatibles. En

hay una amplia gama de activos, pero el secreto está en seleccionar los que se adapten a tus necesidades específicas.

Antes de usar un producto nuevo, aplicá una pequeña cantidad en una zona discreta, como detrás de la oreja o en el antebrazo. Observá la reacción por uno o dos días para evitar irritaciones, especialmente si contiene ácidos,

o vitamina C.

La constancia es clave: los resultados no son inmediatos y pueden tardar semanas en aparecer. Evitá cambiar tu rutina con frecuencia y mantené el uso regular para permitir que tu piel se adapte y mejore progresivamente.

A continuación, te explicamos con detalle cada paso para aplicar correctamente los productos de

y obtener una rutina equilibrada y eficaz.

El primer paso en una rutina de cuidado facial es limpiar la piel para eliminar maquillaje, polvo y grasa. Un producto como el Squalane Cleanser de

resulta ideal, ya que limpia en profundidad sin dañar la barrera cutánea.

Su textura cremosa se emulsiona con agua, dejando la piel limpia e hidratada. Para aplicarlo, colocá una pequeña cantidad sobre las manos secas, masajeá con movimientos circulares y retiralo con agua tibia.

Evitá limpiadores con sulfatos o fórmulas agresivas, ya que pueden resecar la piel o causar irritación. La limpieza debe ser suave pero efectiva, preparando el rostro para recibir los siguientes productos de tratamiento.

Después de la limpieza, incorporá una exfoliación química para renovar la piel y mejorar su textura.

ofrece productos como el Glycolic Acid 7% Toning Solution o el Lactic Acid, que eliminan células muertas sin agredir la piel.

Este paso debe realizarse solo una o dos veces por semana para evitar irritaciones. Aplicá el exfoliante con un algodón, evitando el contorno de ojos, y siempre usá

durante el día para protegerte del sol.

Si notás enrojecimiento o ardor, reducí la frecuencia o consultá con un especialista. Este paso mejora la absorción de los tratamientos posteriores y deja la piel más luminosa y uniforme.

Los serums acuosos son los siguientes en la rutina porque penetran rápidamente y preparan la piel para activos más densos. Ejemplos comunes de

son el Niacinamide 10% + Zinc 1%, que regula el sebo y mejora el tono, y el Hyaluronic Acid 2% + B5, que aporta hidratación profunda.

Aplica unas gotas sobre la piel seca y extiende con suaves toques o presionando con las palmas para facilitar su absorción. Si usas más de un serum acuoso, aplica primero el de textura más ligera. 

Estos productos mejoran la textura, controlan imperfecciones y mantienen la hidratación. No mezcles niacinamida con vitamina C en la misma aplicación para evitar irritaciones.

Luego de los serums acuosos, aplica tratamientos con activos potentes como el

0.2% in Squalane o la Vitamin C Suspension 23% + HA Spheres 2%. Estos productos suelen tener texturas más densas o aceitosas y actúan sobre arrugas, manchas y el envejecimiento.

Se colocan después de los serums acuosos para asegurar que penetren bien sin interferencias. El

, en particular, debe usarse con precaución, empezando con concentraciones bajas y aumentando gradualmente para que la piel se adapte. 

La vitamina C en suspensión es un potente antioxidante, pero puede causar sensibilidad si se usa en exceso o sin protección solar.

Para finalizar la rutina de cuidado de la piel, es fundamental aplicar un hidratante que selle todos los activos y mantenga la barrera cutánea saludable. El Natural Moisturizing Factors + HA de

es una excelente opción, ya que contiene aminoácidos, ácidos grasos y ácido hialurónico que hidratan sin dejar sensación grasa.

Distribuye una cantidad adecuada sobre rostro y cuello con movimientos ascendentes.  Si tu piel es grasa, opta por una capa fina; si es seca, puedes aplicar una capa más generosa o complementar con un aceite facial. La hidratación constante mejora la textura y protege la piel de agresores externos.

Mantener la piel bien hidratada ayuda a que los activos funcionen mejor y reduce la aparición de irritaciones o descamación, especialmente cuando usas ingredientes activos fuertes como el

o los ácidos.

El último paso en la rutina de día es aplicar un

para proteger la piel de los daños causados por los rayos UV. The Ordinary cuenta con el Mineral UV Filters SPF 30 with Antioxidants, que ofrece protección física y contiene antioxidantes que ayudan a combatir el estrés ambiental.

Aplica una cantidad generosa y uniforme sobre la piel limpia e hidratada. No olvides cubrir cuello, orejas y cualquier zona expuesta. La protección solar es indispensable para evitar el fotoenvejecimiento y proteger la piel, especialmente si usas exfoliantes o

, que aumentan la sensibilidad al sol.

Reaplica cada dos horas si estás al aire libre y complementa con otras medidas como el uso de sombreros o evitar la exposición directa en horas pico.

Optimiza tu rutina siguiendo algunas pautas que aseguran el cuidado y efectividad de los productos de

. Estos consejos te ayudarán a evitar molestias y a sacar el mayor provecho de tus activos.

No combines

con exfoliantes ácidos ni niacinamida con vitamina C en la misma aplicación para evitar irritaciones. Si tu piel es sensible, introduce los productos poco a poco, dejando que se adapte antes de aumentar la frecuencia o concentración.

Escucha a tu piel: si sientes ardor, enrojecimiento o descamación, reduce la cantidad o la frecuencia de uso y consulta a un especialista si los síntomas persisten.

Guarda los productos en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa para preservar su estabilidad y eficacia. La constancia es clave para notar resultados; realiza la rutina de manera regular y no cambies los productos muy seguido para darle tiempo a tu piel de responder.

No olvides que cuidar la piel también implica protegerla del sol y mantener una alimentación e hidratación adecuadas, lo que complementa el cuidado tópico.

Aplicar correctamente los productos de

implica seguir un orden claro: limpiar, exfoliar (cuando corresponda), aplicar serums acuosos, tratamientos específicos, hidratar y proteger del sol. Esta secuencia permite que cada producto actúe con eficacia y cuida la piel de posibles irritaciones.

La gama de

ofrece fórmulas de calidad con activos bien estudiados y accesibles, ideales para quienes quieren un cuidado personalizado y efectivo. Adaptar la rutina a tu tipo de piel y necesidades, ser constante y proteger tu piel son las claves para un resultado saludable y duradero.

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, con garantía y en sus presentaciones originales. Así, tendrás todo lo necesario para cuidar tu piel con confianza.