Al ver a Antonio Banderas en pantalla, desde sus primeros papeles bajo la dirección de Pedro Almodóvar hasta sus grandes éxitos en las películas de Hollywood, más de un espectador probablemente pensó: “¡Vaya carisma! ¡Es encantador! ¡Alguien debería meterlo en una botella!“. Y eso exactamente fue lo que Puig decidió hacer.
En 1997, Puig entró en contacto por primera vez con Antonio Banderas con la idea de desarrollar fragancias que llevaran su nombre. Las fragancias de celebrities, en aquel entonces, no eran el fenómeno en el que se convirtieron posteriormente.
Las fragancias Puig capturan el encanto y carisma únicos del actor. Lo que comenzó como un experimento entre Puig y el actor español más conocido, evolucionó hasta convertirse en una colaboración que se ha prolongado desde hace ya 23 años.