UNA VIDA LLENA DE COLOR
En 1992, Agatha Ruiz de la Prada hace realidad el deseo de trasladar su universo de líneas, colores y provocación a la más sutil y sugerente de las formas de la belleza, la perfumería. Es así como la artista madrileña crea una fragancia con las características fundamentales de la mujer Agatha: glamurosa, extrovertida y desafiante. La diseñadora lanza Corazón, un canto a la alegría de vivir, que se convierte en el primer perfume de la artista y marca el comienzo de la exitosa asociación con el mundo de la perfumería.
Años después surge la fragancia Flor y en los siguientes años Gotas de Color, Beso, Love Love Love, Florever, Sexy Florever, WOW, Rebel Love y otras más.
UN ÉXITO MUNDIAL
Con tiendas propias en ciudades como París, Nueva York, Madrid o Milán, la artista se hace presente en todas las capitales internacionales de la moda. Y mientras el universo creativo de esta Alicia en el País de las Maravillas del siglo XXI no para de crecer, son más de 150 los países a lo largo de los cinco continentes donde se pueden encontrar artículos "made in" Agatha.
El éxito de esta maga de las formas y los colores parece no tener fin. Y es que algunas de las páginas más brillantes de la historia del diseño español no se escriben con letras doradas, sino de colores, los colores del universo de Agatha Ruiz de la Prada.